Sedación con óxido nitroso: odontología agradable
El dolor y el miedo en odontología han sido una importante barrera en la atención clínica de nuestros pacientes, por estos motivos muchos de ellos aplazan los tratamientos hasta que ya es demasiado tarde.
Es por esto que es necesario recurrir a técnicas que permitan manejar previamente la ansiedad y el dolor en situaciones de un alto nivel de stress. Una de las soluciones para el manejo en este tipo de condiciones es la sedación inhalada con óxido nitroso.
El óxido nitroso es un gas inoloro (que no tiene olor), incoloro e inerte, que al inhalarse con oxígeno genera un aumento en el umbral del dolor lo que le da las características de analgésico, siendo el analgésico más débil de todos los gases anestésicos y teniendo en cuenta que el umbral del dolor en cada paciente es diferente.
Este es de acción rápida y fácil de controlar; se elimina rápidamente del organismo una vez que termina su inhalación, por lo tanto el paciente se recupera en corto tiempo con 5 o 10 minutos de inhalación de oxígeno puro.
El objetivo de la sedación consciente con óxido nitroso es modificar el estado de ánimo, por lo tanto modificar también la reacción al dolor, al eliminar el miedo y la ansiedad: si el paciente esta calmado, su reacción al dolor es completamente diferente; después de alterar el estado de ánimo, el paciente estará más dispuesto a aceptar el tratamiento odontológico.
Indicaciones para el uso del óxido nitroso
La sedación inhalada no reemplaza en ningún caso la indicación de tratamiento bajo anestesia general, ni la anestesia local, es una técnica diferente para el manejo de la ansiedad y con indicaciones específicas:
- Paciente ansioso y temeroso
- Ansiedades específicas: fobia a la aguja, a la pieza de mano, etc.
- Cuando la anestesia general está contraindicada o no se justifica por duración y simpleza del procedimiento
- Para aumentar el umbral del dolor
- En pacientes cuya salud general está deteriorada, la tensión y la ansiedad pueden generar mayores problemas, por ejemplo, un paciente hipertenso o ansioso posiblemente tendrá una presión arterial más elevada de lo normal; en éstos casos está indicado el uso del óxido nitroso como medio de sedar al paciente y relajarlo
- Pacientes con efecto nauseoso aumentado.
Contraindicaciones para el uso del óxido nitroso
No existe ninguna contraindicación absoluta para la sedación inhalada con óxido nitroso.
Sin embargo, sí existen varias contraindicaciones relativas importantes, las cuales son citadas a continuación:
- Enfermedades pulmonares crónicas como fibrosis quística, enfisema, distrofia pulmonar, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC
- Pacientes bajo tratamiento psiquiátrico: esto es debido al hecho de que un cambio del estado emocional del paciente cuando está tomando drogas que alteran su psiquis puede resultar en un sinergismo indeseado, por lo tanto es prudente la interconsulta con el médico tratante.
- Embarazo: interconsulta con el médico tratante al menos en el primer trimestre.
- Infecciones del tracto respiratorio superior u otros trastornos respiratorios agudos: estos pacientes no se benefician del óxido nitroso puesto que la obstrucción nasal evita el intercambio de gases hacia los pulmones.
- Pacientes con personalidad compulsiva.
- Pacientes claustrofóbicos.
- Niños, adultos con problemas conductuales graves.
Preguntas frecuentes
¿Con la sedación me voy a dormir?
La sedación es consciente, por lo tanto el paciente estará despierto durante el procedimiento y es capaz de responder las indicaciones del doctor y conserva todos los reflejos fisiológicos de protección.
¿Con la sedación me va a doler?
La sedación con óxido nitroso, aumenta el umbral del dolor en los pacientes, lo cual permite que cualquier sensación de dolor sea menos percibida, teniendo en cuenta que durante los procedimientos odontológicos también se utiliza anestesia local, mejorando así la experiencia durante el procedimiento.
¿Qué se siente con la sedación?
La sensación en cada paciente es diferente; normalmente se puede presentar sensación de hormigueo, pesadez de las extremidades y un estado de relajación o comodidad que genera tranquilidad y disminución de la ansiedad.